Koshmar, la pesadilla de Pinie Wald.
La pieza es una
adaptación teatral autorizada de la novela Koshmar,
de Pinie Wald, que ha recibido elogiosos comentarios del crítico P Orgambide:
“Wald es el antecesor de Rodolfo Walsh”. Por otra parte, los autores realizaron
una profunda investigación de fuentes y crearon los contrapuntos más agudos de
la época.
La obra narra la
“pesadilla” de un periodista de un diario de orientación socialista escrito en idish. Se trata de Pinie Wald, un
inmigrante judío polaco que cae preso en la semana trágica del 11 al 19 de
enero de 1919 en Buenos Aires. La acusación constituye un absurdo tragicómico,
de no ser por la enorme carga de crueldad que la represión descarga contra él:
se le imputa ser el “Presidente de la República Maximalista” en Argentina.
La acción
transcurre en tres planos diferentes e interconectados. El plano del conflicto
en los Talleres Vasena; el plano de los debates que muestran las mentalidades
de la época y el plano de la pesadilla infernal de Pinie, primero en el
Departamento de Policía y luego en el Cuartel de Bomberos; hasta su liberación
siendo el último de los miles de detenidos en salir de la cárcel.
Existe además, un
plano adentro / afuera de la pesadilla que está marcado por la relación de amor
entre Pinie y Rosa, quien será su esposa en la vida real.
La estética
sugiere una narración dramática coral y épica. Los personajes son prototípicos
e históricos, a la manera del expresionismo de las fotografías de época, de la
Revista Caras y Caretas, de los discursos recargados de
patriotismo exaltado o de tinte revolucionario y anarquista. Los sueños pesados
transcurren en una bruma de irrealidad, pero los discursos que en ellos se
pronuncian son reales, tomados de fuentes documentales, como dijimos.
Koshmar – transliteración al idish de la
palabra francesa cauchemar, pesadilla
-, tiene la cadencia de un pericón nacional decadente donde se celebra la orgía
de sangre que dejó como saldo más de 700 muertos y decenas de miles de
detenidos. Pinie, es un puro cuerpo intentando sobrevivir, sólo en el final de
la obra tendrá un lugar para su palabra y testimoniar así, la barbarie que
produce el miedo al otro - diferente que por
el mero hecho de serlo, se lo construye discursivamente como amenaza
disolvente de la patria, de la familia y de los valores de la tradición.
Koshmar, es mucho más que una pesadilla, es el despertar del amor, la amistad y la
solidaridad como el motivo último de la resistencia.
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